Los elementos sensoriales: fuego, aire, agua y sonido son los cuatro ejes que rigieron el desarrollo de este proyecto. Los materiales: madera, mármol y hierro desempeñan un papel muy importante y se mezclan en diversas combinaciones en la búsqueda de una atmósfera muy natural. El proyecto tuvo que ser adaptado para caber en una construcción de dos niveles de los años 40. En el piso principal hay un salón y el área de la barra, posteriormente, un salón grande de doble altura que termina en un jardín interior fantástico.