Crear una biblioteca del siglo XXI representa una oportunidad excepcional para reflexionar sobre lo que se ha logrado hasta ahora y definir el rumbo que queremos dar al hábito de la lectura. Más allá de disponer de libros, el verdadero desafío radica en diseñar un entorno que inspire el aprendizaje, fomente la investigación y propicie la interacción, dejando atrás la percepción tradicional de que las bibliotecas son espacios rígidos o poco dinámicos.
Con este propósito, emprendimos un proyecto de renovación que transformara el espacio en un entorno funcional y flexible. La remodelación no sólo reconfiguró las distintas áreas, sino que también dotó al lugar de una atmósfera acogedora, estimulante y didáctica, optimizando cada elemento para potenciar la experiencia del usuario.
El mobiliario desempeñó un papel fundamental en el proyecto, ya que gran parte fue diseñado y producido a medida para garantizar versatilidad y comodidad. Se incorporaron mesas de trabajo ergonómicas, unidades de consulta equipadas con puffs que permiten la lectura inmediata del material, y un rincón conformado por gradas y un proyector, ideal para presentaciones y sesiones de lectura grupal. Además, se habilitó un espacio abierto complementado con asientos estratégicamente distribuidos para favorecer tanto el estudio individual como la interacción.
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