Valle de Bravo, en el Estado de México, es famoso por su lago y los maravillosos paisajes que lo rodean. Su privilegiada ubicación y el buen clima que se disfruta la mayor parte del año lo han convertido en un favorito para tener una casa de descanso. Casa L es un gran ejemplo de los nuevos proyectos que se han desarrollado en la zona.
El proyecto fue desarrollado en un terreno de 1,117 metros localizado al pie de la Peña por lo que el eje lo marcó la integración al entorno y el aprovechamiento de las vistas hacia el lago. La casa tiene 3 niveles que aprovechan al máximo la accidentada topografía del terreno respondiendo al programa funcional y versátil solicitado por el cliente.
La orientación del terreno y su ubicación dentro de una pequeña península de la presa de Valle de Bravo, hacen que la casa se encuentre en un microclima templado. Para aprovechar al máximo las condicionantes se hicieron grandes ventanales que se combinaron con muros de concreto y piedra. El resultado es un espacio que mantiene una temperatura fresca durante el día y el calor durante la noche.
Las áreas públicas y las circulaciones son transiciones monocromáticas donde la textura de los materiales como el cemento colado en bruto, el granito y la madera de recuperación enfatizan el paso de la luz por los muros de concreto incorporando al interior contrastes entre luces y sombras.