Uno de los retos que más disfruta DIN interiorismo es darle una nueva imagen a un hotel, especialmente cuando involucra un cambio integral, que comienza desde el nombre y termina en un nuevo concepto. Este hotel tenía por nombre Pugibet y está en el centro de la Ciudad de México, muy cerca del tradicional mercado de San Juan. Se decidió comenzar con un cambio de nombre, algo que fuera muy atractivo y que en una sola palabra describiera su nueva identidad.
El nuevo nombre fue el resultado de la unión de la palabra Centra —una referencia indiscutible de su localización en el primer cuadro de la ciudad— y el número 2, una referencia que describe perfectamente que el hotel está pensado para que tenga un par de ocupantes por habitación. Ahora el hotel se llama Centra2 cuyo resultado fonético es perfecto.
Otro reto importante a superar fue la distribución de los cuartos, ya que no había una estándar, por lo que se decidió que lo mejor era hacer un elemento que los estandarizara y diera unidad a todas las habitaciones. Se generó un módulo compuesto por la cabecera, buros, mesa, bancos y tubulares (nuestros famosos fajódromos) que dio forma al hilo conductor que se ubica en todas las habitaciones sin importar su configuración y medidas.
Para la paleta de colores se utilizó una combinación de rojo, rosa y café la cual fue aplicada en los diferentes acabados y elementos. Para los pisos se seleccionó un material cerámico tipo madera rústica en combinación con negro y café obscuro. Todos los materiales son de gran calidad, alto impacto, bajo mantenimiento y muy fácil limpieza para mantener la operación del hotel a la par de su imagen.
Los propietarios son unos grandes aficionados de los automóviles y se decidió hacer homenaje a su pasión con un par de guiños al mundo automotriz. Se instaló un Smart de colección en la recepción y en la entrada de las dos suites una Caribe, haciendo honor al nombre que recibió cada una que son: GT y Pro.
Centra2 es un espacio totalmente renovado en donde cada habitación invita a perderse rápidamente en la fantasía y darle vuelo a la imaginación utilizando las albercas, el cenote, las jaulas, los laberintos y los tubos que forman parte de este hotel de amor.