Sede Capitanía Marítima y Centro Coordinador de Servicios Portuarios
Situación: LAS PALMAS G.C. (SPAIN)
Cliente: AUTORIDAD PORTUARIA LAS PALMAS
Fecha: 2007-2008
Arquitecto: MIGUEL SANTIAGO, JAVIER CABRERA,
Superficie: 3.321,26 sq m.
Presupuesto: 3.299.703,01 €
PRIMER PREMIO
La Ciudad de Las Palmas de Gran Canaria está a punto de convertirse en una ciudad global, y el Puerto y su relaciones comerciales, son el nexo de unión. Un nuevo tipo de ciudad que experimenta un rápido crecimiento con una mezcla heterogénea, cuya característica, quizás la más importante, sea su relación omnipresente con el mar, y quizás sea aquí en donde está su principal virtud. El Puerto necesita una nueva organización espacial, que ponga de manifiesto su necesidad de “ser urbano”, “ser ciudad”.
Por un lado la propuesta busca su “interpretación dentro del contexto industrial”, por otro, su necesidad de interaccionar con lo urbano, intentando dar respuesta a determinados problemas y diferentes escalas. Inmersa dentro de ese proceso dinámico, la arquitectura, ya no es sinónimo de lo estático, sino que participa de un desarrollo interactivo.
Una de las primeras intenciones del proyecto consiste en modificar la trama del entorno, mejorar el área, aprovechar la oportunidad y sinergia de esta nueva implantación para su regeneración. Para ello nada más eficaz que intentar liberar el suelo sobre el que se asientan las edificaciones. Un sistema de plazas y paseos que conecten todas las edificaciones del área administrativa. Con una sencilla operación urbanística, (la concentración de toda la circulación pesada a través del vial estratégico), se puede alcanzar este objetivo. Para ello se ha tenido especial cuidado en no vincular el desarrollo de esta operación a la construcción del edificio. Ambas fases son independientes.
Los accesos independientes tanto a la Sede de la Capitanía Marítima y al Centro Coordinador de Servicios Portuarios se producen desde el espacio público inferior. El volumen inferior concentra los espacios de servicios generales descritos en el programa de necesidades (vestíbulos de control, archivos, almacenes, vestuarios, etc.). De este modo sectorizamos las áreas restringidas de las estrictamente públicas. El volúmen superior, que acoge los diferentes departamentos administrativos, conforman la cubierta del espacio público inferior. En el sótano se concentran los los aparcamientos y archivo principal, así como, los cuartos técnicos necesarios para el alojamiento de las instalaciones.
Otra intención prioritaria de este proyecto es lograr que todos los trabajadores puedan disfrutar de iluminación y ventilación natural. Que nadie, ningún trabajador, tenga que trabajar y pensar encerrado entre cuatro tristes paredes o dando hacia una galería de circulaciones. La resolución de este primordial aspecto justifica en gran medida la forma propuesta.
Por último, decir que buscamos una imagen austera y equilibrada, un edificio extraído de la propia naturaleza del puerto, del mismo modo que las intervenciones en los núcleos históricos utilizamos las formas, materiales, y tipologías existentes en el lugar, pero sin renunciar a su carácter representativo. Buscamos una imagen rotunda pero fragmentada, transparente y opaca, horizontal y vertical a la vez.
Liberamos el suelo, elevando las edificaciones, de esta forma el individuo en ningún momento pierde su referencia con respecto al espacio, al paisaje, al mar. La propuesta adopta soluciones que implican ahorro energético en el uso del edificio, tanto por las soluciones de control pasivo, como por la optimización de materiales.
Las estrategias de protección medioambiental no dependen únicamente de diseñar soluciones tecnológicas complejas, sino que pasan por establecer un diálogo con las condiciones que determinan la parcela, tanto por orientación y soleamiento, como por la localización de espacios de transición térmica.