La combinación de un programa arquitectónico ambicioso y un terreno con dimensiones limitadas fueron el principal reto para este proyecto residencial que se compone de 3 departamentos. Los 106 m2 del terreno fueron aprovechados al máximo para contar con todos los servicios necesarios para los habitantes del inmueble.
Para el sistema constructivo se decidió utilizar marco de concreto y de esta forma omitir el uso de columnas, logrando que los espacios tengan mucha amplitud. Para los interiores de cada departamento se utilizaron paneles móviles de madera que se abren y cierran para integrar y aislar los espacios generando los ambientes adecuados para las diferentes actividades.
El concreto aparente es el principal acabado y define la personalidad contemporánea del proyecto. También se utilizó madera como elemento estructural y en algunos acabados para darle el toque de calidez necesario para los espacios residenciales. Todos los departamentos cuentan con sala comedor, cocina, dos recámaras, dos baños completos, terraza y cuarto de lavado.
El edificio se compone de 5 niveles. En la planta baja se localizan el acceso, cochera para 4 autos, jardín y cubo de escaleras. En los niveles 1, 2 y 3 están los departamentos y en el nivel superior —el cuarto— está el roof garden equipado con un medio baño y donde también se designó el área de las instalaciones.
Los grandes ventanales de la fachada llenan de luz las áreas públicas de cada departamento y la neutralidad de los acabados permiten que cada departamento se vista con la personalidad de sus habitantes.