Con Pastrami Club (Calle Álamos, 36, 29012 Málaga) aceptamos el reto de un proyecto nada convencional, diseñar pensando en un concepto de club clandestino implicaba una serie de desafíos creativos, como, por ejemplo, el que supuso la iluminación de todo el local: luminarias exclusivas integradas en un techo artesonado hecho a medida que pueden moverse rítmicamente o permanecer fijas, o un techo de casetones cuadrados que se curva hasta fundirse con la trasera de la barra, en el que cada casetón es una lámpara que cambia de color e intensidad. En cuanto a revestimientos verticales, se optó por materiales económicos, versátiles y resistentes a los que se ha sacado todo su potencial estético: espejos, revestimientos vinílicos, celosías, cortinas metálicas, piedra o tela. La barra de la sala lounge destaca por su mostrador de mármol tras el que brillan las hornacinas retro iluminadas que forman la trasera de la barra.
Quizás la palabra clave para definir Pastrami Club es 'sorpresa'. Sorprende desde el exterior, mediante el bar de sándwiches de pastrami, sorprende con el acceso al club a través del baño de caballeros en el que todo está boca abajo, sorprende al encontrarte con la sala lounge y su juego de luces único o su barra exclusiva, sorprende al adentrarte más allá del telón rojo y disfrutar de la exclusiva sala rosa, o al entrar por el acceso VIP y pensar que has entrado al infierno. En definitiva sorprende con un discurso diferente.