Una de las mayores fortalezas del interiorismo es su capacidad de transformar y renovar la imagen de los espacios. Para el Club de Golf Tabachines se hizo una renovación completa de los vestidores de damas y convertirlos en espacio contemporáneo y actual. Además de mantener su atmósfera íntima y discreta, se propuso hacer una total separación de las zonas húmeda y seca, para que además de dar un mejor servicio a los miembros, la operación sea mucho más eficiente en el largo plazo. Los acabados y la paleta de color se decidieron con base en el funcionamiento y los usuarios, logrando una combinación atractivamente femenina.
Los vestidores son espacios públicos, pero también deben tomar en cuenta la intimidad de cada usuario y darle todas las posibilidades para disfrutar su arreglo personal. El proyecto de los vestidores mantuvo la sobriedad y elegancia del resto del proyecto, pero le incorporó un nuevo aspecto con detalles muy sencillos, como la paleta de color que varía entre los tonos violetas y rosas. Los acabados se definieron de acuerdo con el clima del lugar y la actividad propia del espacio, logrando un balance muy adecuado que se respira cálido y muy limpio.