Créditos del proyecto
Arquitectura: ADMA Arquitectos
Equipo: Ing. Arq. Adrián Alonso Sosa, Ing. Arq. Alejandro Reyes Matías, Arq. Christian Medina, Ing. Arq. Mario Palomino
Fotografía: Zaickz Moz
Descripción de proyecto y fotografías
Un joven ingeniero mecánico que se independiza del negocio familiar e inicia su propio camino. La instalación de un taller de maquila de blancos en el patio de su casa. El taller crece y va tomando los demás espacios hasta requerir la ampliación formal de un nuevo nivel.
Al desarrollo –inicialmente llevado por la vía de la autoconstrucción – se suma el ejercicio profesional del despacho ADMA Arquitectos.
A la par del análisis de los procesos, flujos y necesidades de trabajo, para su óptima reorganización el en taller ya existente, se proyectó la ampliación hacia el segundo nivel: un espacio completo para la instalación de máquinas de coser.
El proyecto se llevó a cabo con tres objetivos claros.
Primero, aprovechar los recursos y la superficie disponibles; luego, incrementar el rendimiento del taller y, el más importante, mejorar la atmósfera de trabajo de las veinticinco personas que en él confluyen cotidianamente.
Para lo primero, la solución se encontró en la selección de materiales que pudieran quedar aparentes: vigueta y bovedilla, block de 40 x 20 y cemento pulido. Esto significó, a la vez, el reto de cuidar el manejo y los detalles durante todo el proceso de construcción. Las instalaciones quedaron francamente expuestas para enfatizar la atmósfera industrial en un espacio sobrio matizado por los descansos visuales de las ventanas y de una celosía de 12 metros.
Dicha celosía –que, estratégicamente, intercala huecos de vidrio y huecos libres– permitió controlar la entrada de
luz natural y las corrientes necesarias para una ventilación que regulara la temperatura interior. Lo que apuntó principalmente al segundo objetivo: el rendimiento de las jornadas, ya fuera en época de lluvias o en época de calor.
Dando continuidad al concepto del espacio interior y aprovechando el remanente del material utilizado, se diseñó una banca con jardinera a partir del ensamblaje de bovedillas. Esto dio como resultado un espacio de terraza para el esparcimiento y descanso de los y las trabajadoras del taller.
La inclusión de la planeación arquitectónica no solo significa el crecimiento y evolución del taller, como negocio, sino la suma de valores espaciales, materiales y económicos y, sobre todo, la dignificación del trabajo.