Viceroy Cabos - BASO Arquitectura

- Un traje a la medida para un matrimonio retirado - Pocos habitantes muchos visitantes - Espacios muy amplios sin perder calidez - La cocina como elemento abierto en PB - Diferencia de espacios por medio de la materialidad. - Espacio diáfano en el nivel superior con mucha permeabilidad al exterior - Perder separación entre espacios a través de la modulación de materiales. - La circulación vertical se trata como un elemento escultórico articulador - Los espacios reflejan la dinámica de uso de sus usuarios

La necesidad de privacidad en los consultorios médicos generalmente provoca espacios reducidos, sin vistas al exterior, con poca luz natural y sobre todo, pasillos interminables con una serie de puertas en donde se pierde cualquier calidez en el espacio. En este proyecto la prioridad número uno fue para la circulación exterior que comparten pacientes, médicos, administrativos, mantenimiento, etc… Si bien los espacios interiores (consultorios y cubículos) tienen gran relevancia, es el espacio que distribuye el que da la calidez al espacio. El partido se define entonces como un espacio abierto al exterior con volúmenes insertos, los cuales contienen el programa más privado. La disposición de estos elementos gira entonces, alrededor de pasillos que siempre rematan en una ventana al exterior. Los consultorios o cubículos no llegan al techo, con el claro objetivo de ampliar el espacio de circulación en la parte superior. Los muros de la recepción, localizada en la parte más alejada del exterior, abren su geometría hacía la ventana, forzando la perspectiva y ampliando la cantidad de luz natural que inunda el espacio. Los espacios interiores tienen un techo más bajo con dos objetivos: el primero de ellos, tener un espacio más cálido y confortable para el paciente y el segundo, que tanto los muros como sus techos, no lleguen al techo del espacio.

El programa requerido para este proyecto incluía un gran porcentaje de espacios cerrados; sin embargo, las vistas privilegiadas al poniente de la ciudad, determinaron el partido de este proyecto: desde cualquier punto se tiene una vista al exterior. Una diagonal recorre todo el espacio, ampliando una circulación lineal que comienza como pasillo pero finaliza como área útil en un espacio de trabajo. La distribución de los privados, se interrumpe con un área abierta de espera, descanso o sala de reuniones informales. Este espacio, rompe en lo vertical con la diagonal pero se mantiene el gesto por medio de los materiales en piso. La paleta de materiales busca ser un reflejo del uso y carácter de cada espacio, en donde circulaciones se opta por madera de nogal y por granito negro en áreas de trabajo. Por otro lado, el mármol blanco se utiliza tanto en elementos horizontales como barras o cubiertas, como en muros en elementos verticales.

Este es un showroom de oficinas muestra diseñado para la Torre Reforma, uno de los edificios corporativos más emblemáticos de la arquitectura contemporánea en la Ciudad de México. Con su diseño BASO Arquitectura propone un proyecto que demuestra la versatilidad y flexibilidad que ofrece una planta libre de columnas. Este proyecto alberga cuatro oficinas tipo, con distintas configuraciones cada una. La propuesta concentró los servicios lejos de las vistas principales, los volúmenes aquí se mantienen bajos, logrando vestibular los accesos otorgando un carácter sobrio al espacio. Al acceder a las oficinas impacta la amplitud y la privilegiada vista perimetral a la ciudad. Los materiales son neutros y sobrios acorde a la arquitectura del edificio, las notas de carácter y color los dan el mobiliario y textiles. Todos los materiales y muebles seleccionados cumplen con las normativas que se requieren para la certificación LEED que esta torre tiene.

La Casa Azul resultó de la reconversión de lo que parecía la casa de un excéntrico; una casa con muchos más baños que recámaras y escaleras que llegaban a espacios sin sentido. Al lograr concentrar la circulación vertical de forma “desapercibida” dimos orden al programa y logramos orientar los espacios “servidos" hacía la fachada principal y al patio y terrazas interiores. Intentando conservar el “lenguaje” tradicional de San Miguel de Allende pero integrando elementos de arquitectura contemporánea creamos un balance que invita a disfrutar de cada área mientras conectas y disfrutas de la ciudad.

Lo que parecía ser el principal obstáculo en la redistribución de un departamento, una columna en el centro del espacio, pasó a ser la pieza central del proyecto. Ésta se incorporó al mobiliario, haciéndola pasar casi desapercibida. A pesar de agregar un baño y un espacio nuevo de servicios, el espacio se percibe mucho más amplio y funcional que en su condición orginal.

Diseñado para un fondo de inversión liderado por dos jóvenes talentosos y ambiciosos, este proyecto parte de la intención de reflejar el profesionalismo, la meticulosidad y el espíritu emprendedor que los caracteriza. La distribución aprovecha la profundidad del espacio, incluso aumentándola a través de un espejo en la parte trasera. El área de trabajo tiene prioridad sobre la de reunión, obteniendo así, luz natural y una gran vista al jardín.

Dentro de una casona de los años 30´s de la zona de Tacubaya se adaptó un pequeño estudio que debía albergar un área de estar, un área para comer y un área para cocinar. Junto con el cliente, una pareja aficionada al buen comer y buen beber, se decidió darle prioridad al estos dos últimos espacios. Se integró una barra en uno de los extremos la cual incluiría una parrilla, una tarja y espacio para trabajo. Frente a ella, se adicionó un pequeño volumen que alberga el refrigerador y un microondas; sin embargo, éste no llega la techo para no reducir el espacio, y para aprovechar este elemento como fuente indirecta de iluminación. De este volumen nace una barra delgada de la misma piedra que la barra, sostenida por una placa de metal. La barra además de servir como área adicional de trabajo al preparar alimentos, sirve como mesa para comer. Respecto a los materiales se conservó el piso original de madera sólida, el cual le da un carácter único al espacio. Por otro lado, la piedra busca ser un material sobrio que no compita con la madera pero que otorgue un toque de actualidad al espacio.

El cliente buscaba expandir su casa recientemente adquirida y previamente construida y habitada por el renombrado Arquitecto Francisco Serrano. La mayor área de intervención se hizo en la zona más privada de la casa (recámaras y baños) y con la completa aprobación del Arq. Serrano. Al crecer el baño y closet principal, buscamos hacerlo de tal forma que evidenciáramos y respetáramos la construcción original ya que, debido a la riqueza arquitectónica del proyecto original, consideramos crucial intervenir lo menos posible y más bien actualizar los acabados deteriorados, siempre intentando contrastar lo nuevo con lo viejo a lo largo del proyecto.

El proyecto se organiza y gira en torno a un pasillo central que distribuye e integra los diferentes espacios. El muro que corre a todo lo largo del departamento recupera un acabado existente, integrando los distintos espacios. A través de distintos tratamientos, permite el paso de luz natural dando mayor amplitud y Continuidad a este elemento.

Un muro de carpintería integra la recepción con el resto del área abierta de estas oficinas dentro de un edificio corporativo. A la vez le otorga completa privacidad a la oficina del director mientras le brinda una calidez incomparable a un espacio limpio y abierto. El resto de las áreas se dividen con elementos traslucidos para permitir la entrada de luz y as vistas al exterior desde cualquier punto.