Un gran grupo de mujeres hombro con hombro con entusiasta grupo de voluntarios —con el apoyo y dirección del Programa VACA— construyeron en la comunidad de la Cebolleta en la sierra alta de Jalisco un espacio comunitario para una tienda, un taller, una clínica de medicina tradicional, un auditorio y un patio. Materiales del lugar y las manos de los habitantes y los voluntarios lograron en mes y medio dar forma a este lugar.
Utilizando madera local se construyeron tres diferentes tipos de techumbre para servir como modelos de réplica para las viviendas, que siguen siendo en su mayoría de autoconstrucción natural, se dotaron los espacios con cubierta de lámina para la muy necesaria recolección de agua pluvial ya que el acceso a agua es muy escaso en esta zona.
Cómo técnicas híbridas se diseñaron dos elementos fácilmente replicables para fomentar la apropiación de estos modelos y procurar el mejoramiento de las viviendas existentes. Se utilizaron casetones de tierra entre la estructura de madera del techo que funcionan como aislantes térmicos y sonoros. Las ventanas triangulares permiten la apertura de vanos sin la necesidad de colocar un elemento estructural horizontal respetando además el carácter estético ligado al estilo wixarika.
Se aplicaron acabados de tierra cruda y jabón para la mejora de las condiciones internas y externas de la edificación. Estas técnicas son muy sencillas de aprender, hacer aplicar y en la experiencia del programa se ha visto una mejoría sustancial en las condiciones de las construcciones. Al estar hechas con materiales propios del lugar y que no tienen costo para sus habitantes hay una rápida adopción de la técnica principalmente por parte de las mujeres de la comunidad quienes hacen con éstas mejoras a sus propias viviendas.














