Ubicación: Garraf, Barcelona
Cliente: Privado
Año finalización: 2020
Superficie Construida Parcela: 914,00 m2
Superficie Construida Edificio: 180,00 m2
Calificación energética: A

Fotografia ©MIilena Villalba

Fotografia ©MIilena Villalba

Fotografia ©MIilena Villalba

Fotografia ©MIilena Villalba

Fotografia ©MIilena Villalba

Fotografia ©MIilena Villalba

Fotografia ©MIilena Villalba

Fotografia ©MIilena Villalba

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©El Fil Verd estudi d'arquitectura

©El Fil Verd estudi d'arquitectura

©El Fil Verd estudi d'arquitectura

©El Fil Verd estudi d'arquitectura

©El Fil Verd estudi d'arquitectura

©El Fil Verd estudi d'arquitectura

©El Fil Verd estudi d'arquitectura
Introducción
El diseño de esta vivienda unifamiliar aislada nos fue encargado por una pareja con el
sueño de retirarse a vivir en medio de la naturaleza. El solar se caracteriza por una
vegetación mediterránea típica de la zona e incluye olivos, pinos, lentiscos y palmitos
sobre suelos calcáreos. La parcela, de unos 900 m2, se encuentra al margen de una
pequeña urbanización en el lindar del parque natural del Garraf, en la costa a sur de
Barcelona. Un edificio que permitiera contemplar el paisaje y comportase un gasto
energético reducido eran los requisitos principales de este encargo. Al mismo tiempo
el proyecto presentaba múltiples retos: un solar con pendiente muy pronunciada, una
parcela orientada hacia el norte y un presupuesto ajustado.
Detalles del proyecto
El planeamiento urbanístico sitúa la parte edificada en el centro de la parcela,
permitiendo hasta tres niveles de edificación. La propuesta interpreta esta disposición
del planeamiento y apuesta por renunciar a los tres pisos de altura en favor de una
integración con la topografía del terreno y con el entorno natural. Se interpreta el
proyecto como una oportunidad para demonstrar que es posible construir edificios
pasivos, de diseño bioclimático y con materiales sanos a un coste asequible.
La vivienda nace con la vocación de integrarse con respecto en el contexto natural y
ser un edificio pasivo.
Basada en la sencillez y la sostenibilidad, la propuesta ofrece una respuesta creativa a
las complejidades de partida. La casa se incrusta en el terreno para adaptarse a la
topografía y diluirse en el paisaje. Al mismo tiempo aprovecha el poder aislante del
terreno y acompaña la pendiente natural dividiendo los espacios interiores en dos
niveles.
La geometría de la casa se explica por el propósito de dejar a la naturaleza como
protagonista y al mismo tiempo ofrecer a sus habitantes un espacio protegido y
acogedor desde el cual contemplar el paisaje. Los dos brazos del volumen construido
se abren hacia el norte, la montaña de Montserrat y la inmensidad del parque natural.
La vivienda se organiza en un único volumen articulado en dos plantas. De forma
intencional las fachadas hacia la calle y hacia los vecinos son privas de aberturas. En
la planta baja se ubica la zona de día y un dormitorio; en la planta primera un segundo
dormitorio y una amplia terraza con solárium y huerta. Cada estancia de la casa
permite contemplar el bosque desde una perspectiva diferente.
La elección de los materiales responde a criterios de salud para las personas, respecto
para el medioambiente y eficiencia constructiva y económica. Para los muros
exteriores se han utilizado bloques de hormigón celular por su ligereza y su alto poder
aislante; para el acabado exterior de las fachadas y su aislamiento paneles de corcho
natural termo tratado. Para los acabados interiores se han aplicado pinturas de cal y
silicatos; como pavimento se ha aprovechado la cara superior del forjado acabada con
cristales de cuarzo. En la carpintería exterior se ha utilizado madera maciza de pino
tratada con lasures naturales.
Explicaciones técnicas (arquitectura bioclimática y vegetal)
Antes el reto de conseguir un edificio pasivo el proyecto adopta múltiples estrategias
de diseño bioclimático que responden a un estudio detallado del clima y de la
topografía del terreno. Se diseña el edificio orientándolo según el eje norte-sur para
que aproveche al máximo las aportaciones de radiación solar en invierno y la
ventilación natural sea más efectiva en verano.
Funcionamiento durante los meses fríos
Para calentar el edificio durante los meses fríos se han adoptado las siguientes
estrategias.
1) La fachada sur, en su parte acristalada, funciona como calefactor solar por el
efecto invernadero. La radiación solar, que en estos meses tiene un ángulo
reducido, penetra en el interior y se trasforma en calor aumentando la
temperatura de la casa.
2) Los muros Trombe-Mitchell ubicados en la pared sur funcionan como cámaras
calientes que alcanzan altas temperaturas durante el día y la transfieren por
convección y radiación al interior de la vivienda.
3) En la cara norte las aberturas se han reducido al mínimo para no influenciar
negativamente el balance térmico.
4) En los días más fríos en la cara norte se enciende una estufa de alta eficiencia
que proporciona el aporte necesario para alcanzar condiciones de confort
térmico.
Funcionamiento durante los meses cálidos
Para refrescar el edificio durante los meses cálidos se han adoptado las siguientes
estrategias:
1) Se han estudiado las aberturas de las fachadas para que puedan ventilar
de manera segura durante la noche. La ventilación natural cruzada se
potencia por la diferencia de temperatura que existe entre la fachada norte,
más fría, y la sur, más caliente.
2) Los muros Trombe-Mitchell funcionan como “chimeneas solares”: al
calentarse más que el interior de la casa, extraen el aire caliente desde el
interior provocando la entrada de aire fresco proveniente desde el lado
norte de la vivienda.
3) Los arboles caducifolios plantados delante de la fachada sur la protegen de
la radiación solar.
4) El alero de la fachada sur impide que los radios solares calienten la zona
acristalada de la fachada.
5) El estanque natural situado por debajo del edificio favorece el
refrescamiento del aire y la creación de un microclima húmedo.
Durante todo el año el excelente aislamiento de toda la envolvente, la carpintería de
alta calidad y la eliminación de infiltraciones de aire consiguen mantener estable la
temperatura al interior de la vivienda.
Los espacios verdes y el tratamiento de las aguas grises y pluviales se integran en el
diseño del proyecto como parte de la misma estrategia bioclimática.
En la zona sur de la parcela se conserva la vegetación mediterránea autóctona
implementándola con la plantación de especies arbóreas caducifolias. El objetivo es
proteger el edificio y los muros Trombe de la radiación solar durante el verano y
permitir el paso de la radiación durante el invierno.
Las aguas pluviales provenientes de las cubiertas se recogen en un depósito situado por debajo del aparcamiento y se utilizan para el riego del jardín y para el estanque natural situado al final de la parcela. El estanque natural contiene un filtro vegetal que actúa como fito depuración y fomenta la biodiversidad en la fauna local.
Las aguas grises se han separado de las negras para su posterior reciclaje y recuperación.
La demanda de calefacción para este edificio es de 5.4 KWh/m2 año y la de
refrigeración 14.5 KWh/m2 año. No se utiliza ningún sistema activo de climatización,
exceptuada la estufa de leña. En la azotea se han instalado placas fotovoltaicas para
cubrir las necesidades eléctricas internas.
Arquitecta y estudio de arquitectura: Elisabetta Quarta Colosso, El Fil Verd estudi
d’arquitectura @elfilverd
Sitio web del estudio: https://www.elfilverd.com/
Fotografía: Milena Villalba @milena_archphoto
Sitio web Fotógrafa: www.milenavillalba.com
Créditos adicionales:
Muebles Nolek Design @nolekdesign
Obras de arte: Nelo Vinuesa @nelovinuesa
Constructor: Alfibiocons s.l. @alfibiocons
Estructurista: Bernuz Fernández Arquitectes
Video proyecto: Àlam Raja @alam.raja